Traumas y despedidas
Un carnicero corta tajadas de mi corazón y los pone para llevar a las personas que amo y se van.
El otro día lloré, me quebré de rodillas y como una niña fui a acurrucarme en el pecho de mi persona.
Mi niña interior también lloraba conmigo, o quizás lloramos juntas entre dos realidades alternas. Ahora puedo decir que vivo una vida bastante acomodada, oportunidades al alcance, buenos ejemplos parentales y el privilegio de recibir el cariño y apoyo de ellos, un ambiente sano y amistades dulces presencial y a distancia, a pesar de ello, los primeros años de mi existencia no fueron así, sigo sintiendo las heridas de ello dentro de mi.
Trato que no me afecten, trato de sumergirlas, procesarlas de nuevo, luego volverlas a sumergir en el océano. Entiendo que los errores del pasado de mis padres no los definen y tampoco me definen, pls si me definiera mis errores del pasado ya hubiera sido funada y creo que todos nosotros igual, los errores están para corregirlos al final y sin errores no se aprende, comprendo que hubo situaciones peores que pasaron en su niñez y el presente ya es diferente. Aun así, repercuten punzadas y colores en momentos donde no quisiera (maldita sea, sensibilidad).
En ese momento que quebré observé a las heridas y empezaron a florecer.
Para más contexto, cuando era niña tuve que separarme de personas que francamente no creo que ningún niño esté listo para despedir en tan corta edad, y existía la presencia de negligencia afectiva cuando, considero, que necesitaba (omg, relatable). Cuando pasábamos por conflictos nunca pedíamos disculpas, actuamos como si no pasara nada. Mis padres solían estar emocionalmente ausentes, uno de manera física pero soy consciente del cariño infinito que me tiene, otro soy consciente que también tiene un cariño infinito hacia mi solo que no sabia como expresarlo o manejarlo de manera adecuada. Como digo, no había disculpas que sean recordables, no se me explicaba lo que pasaba y el espacio para los errores era poco tolerado, simplemente tenía que asumir esto de alguna manera u otra (si es que una niña entre 4-6 años puede hacer eso).
Dentro de mí hay una voz que me dice que exagerada, hay mucha gente que la pasa peor.
Escribir esto ahora me causa un nudo en la garganta, el agujero negro que yo misma construí en donde no tenia que y sentir el dolor de antes.
Una parte de mi me jala el brazo
Mikaela #3, Mikaela #2 no esta, que ha protegido a la Mikaela principal desde que era pequeña, le dice que no escribamos de estas cosas, que nos expone.
La otra parte sigue siendo una niña, sola, con dolor, confundida, con sus mejores amigas las barbies interpretando escenas de películas que se le ocurría para escapar un rato de su silencio. Esa niña, no lo entiende todavía, pero, sabemos que no fue su culpa.
Estos sucesos crearon en mí leyes escritas en un libro inquebrantable, leyes que aunque me diga lo contrario a lo que dicen y me las repite en el aire, realmente no les creo.
No soy merecedora de amor. ¿Es que acaso mis sentimientos valían algo? ¿Por qué no me pueden amar? ¿Por qué se pelean? ¿Qué hice mal?
Es mi culpa. Es mi culpa que ellos no se lleven bien. ¿Pero, Porqué se tiene que ir? ¿Porqué me deja? Quizás, no soy tan importante como para que se quede. ¿Por qué ella no me escucha? ¿Por qué no me habla de su día? ¿Por qué no le importa o le interesa saber de mi vida? ¿Por qué no me pregunta nada? ¿Por qué ni me mira? Quizás mi vida no es digna de su interés, quizás no vale nada, quizás no valgo nada.
Quizás no soy digna de ser amada, con cariño, con comprensión. Quizás por dentro, la persona que dice que me ama realmente no lo siente y me repite una dulce mentira.
Chale.
En clases de psicología, caí en la conclusión de que presentó un apego evitativo. Pues, añoraba ese cariño, pero si se me presentaba no lo quería, deseaba alejarme. O a veces realmente no lo quiero, al crecer desarrollé un desapego a varias situaciones y personas, me gusta mi tranquila soledad, sometimes way too much.
Con el tiempo, me fui dando cuenta que en realidad el amor y el dar cariño es una de las cosas más bonitas que uno puede experimentar.
Sí, me expongo a sentir dolor si las cosas salen mal. Estoy comprometida a exponerme al fuerte y cancerígeno sol y salir a la luz en pies descalzos bajo cemento.
Como todos.
Dar y recibir amor. Da y recibe. Al fin y al cabo, no tienen la culpa de lo que pasó o que haya pasado. ¿Por qué no darles una oportunidad? ¿por qué no darte una oportunidad?.
Todos merecemos ser amados y sentir amor.
Me volví a enamorar y esta semana me despedí de esa persona, temporalmente, pero la despedida dolió de igual manera.
La sensación de despedirme de nuevo me trajo muchos flashbacks, una matrix increíble.
Como cuando me tuve que despedir de mi papá cuando tenía alrededor de 5-6 años. Pretendía que mis brazos estaban pegados a él y le decía que los había pegado con super goma riéndome, aunque veía en la mirada de mi papá que quería llorar, intentaba disimularlo y seguir el juego, sabía que no se quería ir pero tenía que, y yo sabía que iba a tener que esperar un largo año para volver a verlo.
Todavía recuerdo las lágrimas de mi mama y las lloradas de mi hermana cuando tuve que despedirme de mi mamá y hermana el año pasado, terminaron rompiéndome por dentro hasta llegar a considerar en no irme porque era consciente que nuestra dinámica iba a cambiar, pero sabía que era lo mejor para el futuro, tenía que asumir un rol de hermana e hija mayor y mostrar que todo iba a estar bien y que nos volveríamos a ver, ya podría llorar tranquila dentro el avión (así es, la que llora y moquea con mascarilla en el avión soy yo, por si me ven, no me hagan roche, snif snif. Los motores tampoco permiten que se me escuche así que fine by me, lloriqueaba en público y sola a la vez).
Tantas despedidas que he hecho, en el que no estas seguro cuando regresas, te encariñas con un grupo de personas pero eres consciente que te vas a ir, aun así no sepas la fecha.
Ahora, me despido de esa persona, soy consciente que va a regresar en poco tiempo and hopeful for the future con los planes que tenemos.
Aun así, no lo hace más sencillo el despedirse, y creo que para él tampoco.
Diferente situación, mismo dolor agudo.
El dolor de las despedidas es un dolor único, agridulce, nostálgico, perfecto para una película coming of age trágicamente cringe, sientes que el aire se acorta y respiras metal.
Algo muere y revive dentro de mí. Y tengo que aprender a vivir con la nueva reencarnación de un yo que se había acostumbrado a la presencia de esta persona.
Y luego de un silencio, sabiendo que ya no estás a su lado, percibes el vacío.
Un agujero en el pecho, que a pesar que ya pasaste por esto y lo olvidaste, te dice un en que estas flacx y vuelve a pegarse a ti.
Navegante flotante del espacio eterno, tratas de poner los pies en la tierra, o en alguna tierra, y continuar con tu vida.
Pero, a la vez, el continuar con tu vida te asusta porque no quieres olvidar a estas personas y esos momentos. No quieres olvidar estos recuerdos y sensaciones porque sabes que la mente es tan frágil y no quieres olvidarte de ellos ni de ustedes como un todo.
y yo que quería ser psicóloga, necesito terapia.
Durante mi vida voy a tener que hacer más despedidas de las que me imagino, y está bien.
Lo acepto, me permito sentir y abrazar el dolor, me demuestra y me susurra que soy frágil, que soy humana todavía. Y está bien.
Encontraré el coraje para pasar por este duelo y no evitarlo, está bien.
Me permito dar amor, a amar y saber que existe la posibilidad de que no sea de vuelta, de que sea traicionado. Y está bien.
Le doy con todo y sin miedo, abro fronteras y permito un pase sin pasaporte. A la niña le doy un fuerte abrazo para que sepa que estará bien, que está bien, y que la amo.
P.s.: Esa persona regresó después de dos días, p*ssy so good he had to come back (ay no, que cringe pero quería decirlo, en mi mente si es gracioso).
Ya, pero me debes un helado